Nublado como una tormenta de verano, incertidumbre porque todo me pilla muy retirada, rasgos cambiantes en una misma fachada, enagenación mental transitoria. Molinos de viento encrucijados, cruzadas a los pensamientos, con agua de por medio. Un sofa rojo al borde de la locura, precipicio del que no escapamos, risas, dibujando figuras en el agua...
Sólo podíamos ser tres.