viernes, 25 de diciembre de 2009

Siempre se van los mejores

Os prometo que era la mejor mujer que jamás he conocido.
Os prometo que nunca encontraré a otra como ella.
Os prometo que nunca jamás se me va a ocurrir olvidarme de ella, de su cara, de sus historias, de su olor, de como me cojía la mano, de como me daba consejos, de como era ella.

Su historia comenzó un 20 de Agosto en Manilva, Málaga durante la Dictadura de Primo de Ribera, después vivió la 2ª República, la Guerra Civil, la Dictadura Franquista, la Transición y la Democracia... y acabó sus días en Manises, Valencia el 24 de Diciembre, rodeada por sus hijas y por los pensamientos de toda su familia, que la queríamos y queremos a rabiar. Es obvio, que una persona como mi abuela Dolores, que ha vivido todo, y gran parte de nuestra historia, tiene que ser sabia por narices.

Tenía 87 años 4 meses y 4 días, y luchó hasta el final. Ella fue una persona muy singular, pero todos la adorabamos como era, nunca olvidaré su especial mania al color verde, tampoco su sonrisa y sus frases. Supongo que nadie la vamos a olvidar. También tenía 5 hijos, 15 nietos, 7 bisnietos y otro en camino.

Solo morirá si la olvidamos, porque vive en cada uno de nuestros corazones






En la memoria de mi abuela Dolores Muñoz González. Esposa, Madre, Abuela y Bisabuela como muy pocas ha habido.







Siempre viviré con tu luz, Abuelita.

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